Forman parte de la pedagogía Waldorf.
Son unas cintas de colores anudadas a una anilla de madera. Ningún mecanismo. Sólo la imaginación del niño que, con su mano, las haga volar.
De bebés harán sus primeros descubrimientos con los lazos de colores.
Cuando ya caminen, las cintas les envolverán en un juego creativo.